José de Jesús Vázquez Hernández

Quienes han investigado sobre esta devoción extendida en Guadalajara y en  otras varias ciudades de México y de América Latina, nos indican que es representada por una calavera adornada según el gusto de quienes promueven su práctica, ya de boca en boca o en altares ubicados en diferentes hogares, en capillas o espacios públicos como mercados o hasta en lujosas plazas comerciales.

De acuerdo con el investigador Jesús Arturo Navarro Ramos, académico del Centro de Formación Humana del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), el auge de esta devoción se debe a la crisis de valores, en la pérdida de confianza en las autoridades políticas y eclesiásticas y por su apertura a la diversidad y su independencia de la jerarquía católica.

El culto a la santa muerte, señala el investigador, crece poco a poco en varias ciudades, donde se vende su imagen a pesar de la incompatibilidad de este culto con el catolicismo, que considera la muerte como un suceso y no como un ente, quienes se sienten desamparados buscan consuelo en una “devoción marginal” materializada en la figura esquelética.

La santa muerte, también es conocida como, San la Muerte, Señor de la Buena Muerte, Señor de la Paciencia, San Justo Nuestro Señor de la Buena Muerte, Nuestro Señor de Dios y la Muerte, San Esqueleto, Ayucaba, Señor que Todo Lo Puede, San Severo de la Muerte o El Santito.

Sus adeptos se encuentran en las clases bajas y altas, en los malhechores y delincuentes que se acercan a esta controvertida imagen para pedirle por el éxito de sus agresiones, si bien el padre Juan José Cedeño de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de México, comentó, que: “este tema de la Santa Muerte ha enganchado a varios jóvenes y los ha llevado a la ruina, a la perdición y en algunos casos hasta a posesiones demoniacas”.

En cambio el obispo Juan Díaz Parroquin perteneciente a la Congregación de Curas Sanadores de la Iglesia Católica Ortodoxa, señala en una entrevista que: “los líderes católicos descuidan a la gente y por eso se pasan a otros cultos… Aquí la inmensa mayoría somos católicos, buenos o malos, ricos y pobres, hombres y mujeres, gays o lesbianas, policías o ladrones, estudiantes y profesionistas”.

A propósito del tema, el Consejo Ecuménico de México, recientemente dio a conocer un comunicado, en el que alientan además “a los sacerdotes y ministros de culto a una verdadera evangelización integral, orientando al Pueblo de Dios respecto a estos cultos incompatibles con el mensaje de Nuestro Señor Jesucristo”, con la finalidad de que las personas conozcan mejor su fe y sean congruentes en sus actos.

jjesusvah@hotmail.com

Julio 29/2016

 

 

 

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