José de Jesús Vázquez Hernández

Los refranes que han sido catalogados por el imaginario colectivo como pequeños evangelios, que cortos dicen mucho, basta solo un ejemplo para mostrar algo que abunda para deducir lo que falta por descubrir, refrán que viene al caso por lo que en estos días se ha ventilado en los diferentes medios de comunicación, la situación prevaleciente con uno de sus magistrados que fuera el presidente del Poder Judicial del estado de Jalisco.

Desde luego que no hay nada nuevo bajo el sol, “nihil novum sub sole est”, la corrupción, la impunidad, el tráfico de influencias, podemos afirmar que siempre han existido, el problema es que ha ido en aumento, en lugar de ponerle freno y hacer las cosas conforme a las normas establecidas para cada tema, que sería en este caso el artículo 59 de la Constitución Política del Estado.

La política, de acuerdo con el diccionario, es la ciencia que trata del gobierno y de la organización de las sociedades humanas, los asuntos que afectan a la sociedad o a un país, pero una mayoría, afortunadamente no todos, quienes aspiran a servir, como se identifican quienes hacen campañas, cuando logran su propósito, se identifican con el sistema y más que servir, se sirven de ella.

En esta reyerta jalisciense, han intervenido personajes de diferentes poderes, quienes más que aplicar la ley, entre quienes denuncian atacan y se defienden, salen a la luz los trapos que deberían ser lavados en casa, o más bien, si desde el inicio se apegaran a derecho, ni siquiera habría necesidad de lavarlos, pero como nadie puede aventar la primera piedra, mutuamente suelen protegerse, salvo excepciones.

Los que litigamos en algún tiempo, sufrimos con quienes trabajan como empleados, desde jueces, secretarios, notificadores y personal administrativo, por lo general como consecuencia de un proceso burocrático desordenado, lento, donde entre otros, para localizar los números de los expedientes en múltiples libretas, era un dilema.

Los secretarios suelen o solían tener sobre su escritorio un altero de expedientes pendientes de acuerdo, quienes constantemente eran o son interrumpidos por los abogados, para suplicarles tenerlos a la vista con el fin de acordar tal o cual promoción, los jueces casi siempre tienen más privacidad y atienden solo asuntos de mayor interés y a personas con influencia o recomendadas.

Mientras esto sucede, una gran parte de este personal realiza su labor a veces con penurias, pero sobre todo con bajos sueldos, por lo que aunado a otras presiones una noble actividad que es la justicia se convierte en un círculo vicioso,

de ayuda mutua, donde el grupo de magistrados goza de un alto salario y amplias prestaciones.

Deseamos que ojalá este ejemplo que ahora sale a la luz pública, sea el único, pero de resultar otros, se atiendan, si bien este solamente es un botón de muestra, que no debió de suceder, pues tanto peca el que mata la vaca, como el que le detiene la pata, si bien, hay cosas que no funcionan como debieran y también se cuentan, como dice el presidente, las cosas buenas casi no se cuentan, pero cuentan. jjesusvah@hotmail.com

Octubre 29/2016

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