Dr. Alarcón Acosta explica este fenómeno

Deportados exconvictos o ilegales

Entre 1998 y 2014, el gobierno de Estados Unidos deportó formalmente a un poco más de tres millones y medio de mexicanos. Este nuevo ciclo de deportación masiva ha impactado fuertemente a la ciudad de Tijuana que históricamente ha recibido a una gran proporción de los deportados.

  • Las familias, en México y Estados Unidos, asi como la sociedad civil de Tijuana, son quienes mayoritariamente han asumido los costos económicos y      sociales de esta tragedia humanitaria.

Tijuana, B.C., a 18 de agosto de 2016.- Con una audiencia de más de 100 personas, este miércoles se realizó en el Centro Cultural Tijuana (Cecut) la conferencia “Tijuana ¿Ciudad de deportados?”, impartida por el Dr. Rafael Alarcón Acosta, profesor-investigador del Departamento de Estudios Sociales de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef).

En su ponencia, el profesor señaló que en la actualidad es necesario entender que hay  dos tipos de deportación; la deportación formal o remoción, que tiene consecuencias administrativas o criminales para el futuro, y los retornos, que son también expulsiones de extranjeros pero que no se fundamentan en una orden de remoción. “La mayor parte de los retornados son ciudadanos mexicanos que han sido detenidos por la Patrulla Fronteriza en el cruce indocumentado”, afirmó el académico.

Explicó también que entre los deportados hay trabajadores que son padres o madres, expresidiarios, “dreamers”, veteranos de guerra; la mayor parte de de los cuales son acogidos por sus familias por lo que no tienen necesidad de pasar por los albergues de Tijuana. Muchos de los que carecen de estos apoyos familiares son los que requieren de asistencia en los albergues. Los que están en un caso extremo de aislamiento social pueden convertirse en personas en situación de calle. Este fue el caso de algunos deportados que residían en El Bordo.

Señaló además que el gobierno de Estados Unidos justifica la remoción masiva de personas porque considera que son criminales; sin embargo, una investigación del New York Times de 2014, muestra que dos tercios de casi dos millones de personas que fueron deportadas en el período de Barack Obama, cometieron infracciones menores, como violaciones de tránsito, o no tenían antecedentes penales. En contraparte, indicó que solamente el 20℅ de los deportados cometió delitos graves, y que resultados similares habían sido encontrados en una investigación con datos de la Casa del Migrante de Tijuana y publicada en 2012.

A manera de conclusión, el Dr. Alarcón Acosta informó que la deportación no tiene impacto en el crecimiento poblacional de Tijuana ni en el incremento de la criminalidad, además, enfatizó que independientemente de quien gane la presidencia de Estados Unidos, las deportaciones formales continuarán, especialmente de personas capturadas en la frontera, incluyendo a quienes intentan cruzar de manera indocumentada por primera vez.