Latas de cerveza en riezgo y electrodomesticos con este intento internacional

Tras haber salido a la luz las intenciones del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump con respecto a crear aranceles del 25 por ciento al acero y 10 por ciento al aluminio, la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) Tijuana, se manifestó en contra de dichos aumentos, al considerarlos como una medida restrictiva que afectará a la industria local.

 

El presidente de organismo, Lic. Marcello Hinojosa Jiménez, resaltó que en el caso de que el presidente estadunidense imponga aranceles al acero nacional, México podría realizar lo propio a través de medidas similares, desatando una guerra comercial que afectaría a la industria.

 

“No estamos de acuerdo con estas medidas restrictivas en el sentido de que la tendencia mundial es la apertura de mercados y la libre competencia, pero el presidente de Estados Unidos propone todo lo contrario y podría darse una guerra comercial que no favorece a nadie”, expresó.

 

El representante de los industriales indicó que en el caso de comenzar una guerra comercial, los precios se dispararían para los consumidores, en especial en el sector automotriz, latas de cerveza y electrodomésticos, entre otros.

 

“En el 2002 George W. Bush trató de hacer lo mismo y contrario a devolver los empleos de este giro a los Estados Unidos, se redujeron, además de afectar su producto interno bruto; además, para la unión americana este giro de negocio ya es obsoleto y no va a derivar en un crecimiento en ese sector, pero sí una disminución en el intercambio comercial mundial con estas barreras arancelarias”, añadió.

 

Por su parte, el presidente de ABC Aluminio y Vicepresidente de Canacintra, Wadih Kuri, destacó que el incremento de aranceles podría aumentar también los precios del sector de manufactura, uno de los sectores más importantes en Baja California.

 

En ese sentido, advirtió que podría reflejarse en una pérdida de la competitividad de la industria manufacturera en el estado, generando tanto la pérdida de empleos, como el aumento de precios a los consumidores finales.