José de Jesús Vázquez Hernández  

Finalizadas las campañas y llegada la hora de votar, termina el sueño y comienza la realidad, pues como señala Cervantes en “Don Quijote de la Mancha” en el capítulo II, cuando después de preparar sus arreos para salir a poner en práctica todo aquello que había aprendido en los libros de caballería y que de una u otra manera le habían impulsado a convertirse en un caballero andante más.  

Señala: “Hechas, pues, estas prevenciones, no quiso aguantar más tiempo en poner en efecto su pensamiento, apretándole a ello la falta que él pensaba hacía en el mundo su tardanza, según eran los agravios que pensaba deshacer, entuertos que enderezar, sinrazones que enmendar y abusos que mejorar y deudas que satisfacer”.  

Creo que viene a colación el texto antes señalado por las circunstancias que estamos viviendo relacionadas con las elecciones, una vez que los candidatos hicieron las prevenciones durante los periodos indicados para efectuar sus propuestas y que escuchamos en vivo o bien a través de los medios, a partir de este domingo terminan sus sueños y comienzan las realidades.  

Una cosa es hacer promesas y otra es realizarlas, como se dice coloquialmente, de lengua me como un taco, o sea que para ganar adeptos muchas veces se acude a la mentira y a la exageración con tal de ser aceptado en el grupo, en el partido o bien por sus amigos y en el caso de los candidatos con sus propuestas tratan de seducir adeptos que voten por ellos. 

Lo conveniente a partir de la realidad y contados los votos y definidos los ganadores y los perdedores será pedir a los contendientes que olviden sus diferencias con base en que todos somos mexicanos que deseamos lo mejor para nuestro país, que nadie es enemigo de nadie, tan solo fueron rivales y que la contienda solamente tiene un ganador, y como los boxeadores después de tundirse a golpes terminan abrasándose.  

Por lo pronto debemos acudir a ejercer nuestro derecho de emitir el voto libre, reflexionado y pensando en aquellos candidatos con las mejores propuestas para nuestro país que miren por la defensa de la vida y la dignidad humana, que promuevan los valores universales del amor, la verdad y la justicia con la premisa de que el ser humano es trascendente.  

Así mismo, es importante analizar sus propuestas acerca del derecho que tienen los padres de educar a sus hijos, de salvaguardar la libertad religiosa, de prensa y expresión, el cuidado del medio ambiente, de promover la paz, de fomentar la economía y el trabajo, criterios que debemos observar antes de emitir nuestro voto, considerando que el cambio sea para bien.  

La sociedad constituida por familias y personas tiene la dimensión social de transformar la realidad, esta realidad violenta que estamos padeciendo debe encausarse hacia el bienestar general a través de la participación ciudadana más activa y pensante que combata el origen de las causas que nos han inducido al grado de corrupción, impunidad y violencia que afecta a los mexicanos.  

Ha llegado la hora para que los nuevos dirigentes que salgan electos en estas elecciones combatan los “agravios que pensaban deshacer, entuertos que enderezar, sinrazones que enmendar y abusos que mejorar y deudas que satisfacer” con mejor educación, trabajo con ingresos dignos, procurando el bienestar general antes que el individual.   (Foto de internet)

jjesusvah@hotmail.com  

Junio 29/2018