José de Jesús Vázquez Hernández

La batalla del 5 de mayo de 1862 en Puebla, se dio en un contexto de continuos desastres originados por las constantes guerras en que México estaba involucrado internamente y por lo tanto no tenía recursos para hacer frente a las necesidades y obligaciones de pago contraídas con otros países, entre ellos Inglaterra a quien le debía alrededor de 69 millones, a los españoles 9 y a los franceses 2 millones.

México trató de negociar la deuda a través de la vía diplomática, pero estos países se negaron, lo que dio pie para que estas naciones se organizaran y enviaran soldados a México a reclamar el pago, fue así que Napoleón III de Francia, tomó la decisión de invadir a México con su ejército que en ese tiempo era de los más preparados y adelantados en armamento.

Este famoso ejército desembarcó en el Puerto de Veracruz y después de algunas escaramuzas en su marcha hacia el centro de la República, tuvo lugar la famosa batalla del 5 de mayo de 1862, en la que el general Ignacio Zaragoza, quien estaba al mando de un ejército conformado por alrededor de dos mil soldados y otro tanto de campesinos mal armados, dieron la batalla derrotando al enemigo.

Claro que este triunfo no fue definitivo, pero fue muy aplaudido por los Estados Unidos que temía una invasión de este ejército en su territorio y apoyara a los sureños, dado que estaban ellos también involucrados en la guerra de secesión entre los estados del norte y del sur, motivo por el cual se conmemora tanto este acontecimiento en diferentes ciudades de los Estados Unidos.

La historia es interesante, además impondrían un emperador en la persona de Maximiliano y su esposa Carlota, sostenidos temporalmente por las armas, sin embargo, al retirarle el apoyo por las dificultades que pasaban en Europa, finalmente Maximiliano fue fusilado en el cerro de las Campanas por órdenes del presidente don Benito Juárez.

En la actualidad esta bella ciudad, pero de manera más notable el estado de Puebla sufre la ordeña de oleoductos de Pemex de donde extraen la gasolina que comercian impunemente, tolerada y poco combatida, situación que ha originado ahora    que el pueblo unido y delincuencia organizada ahuyenten a las autoridades que tratan de evitar su comercialización por los beneficios que les representa.

Con toda seguridad, estas bandas que ordeñan los ductos, con mucho mal, hacen un poco de bien a las personas que viven en diferentes comunidades involucradas en esta ilícita actividad, de tal manera que ahora la batalla de Puebla ya no es contra los ejércitos europeos, sino contra los huachicoleros como les ha dado en llamar a este sector, que enfrenta al ejército y a las autoridades.

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Mayo 6/2017