Balas de Culiacán asustan a periodistas de todo México. pero no de la muerte sino de el asombro de ver cada vez mar fuertes las instituciones mientras ciudadano y periodistas pierden la vida sin apostar, sino mientras trabajan, No estamos en Siria, este no es un periodismo de guerra, sino «un hay se va, al estilo Gobierno de México» sin investigaciones, sin moverse, sin preocuparse…..mientras el país se va por la alcantarilla.
