Jesús Vázquez Hernández

José de Jesús Vázquez Hernández

Algo es algo, dijo un calvo cuando le salió un pelo, pues sí, finalmente en Jalisco hubo reforma política en la que se trató el financiamiento de los partidos políticos vistos como entidades de interés público; “la ley determinará las normas y requisitos para su registro legal, las formas específicas de su intervención en el proceso electoral y los derechos, obligaciones y prerrogativas que les corresponden”.

Tradicionalmente los partidos políticos han sido financiados por el erario público, de acuerdo en lo establecido por la Constitución (art 41) si bien, el problema consiste en las prerrogativas y altos ingresos que han acumulado, situación vista por el imaginario colectivo como una de las instituciones más desprestigiadas del país, por la falta de resultados a favor de la población.

Los diputados jaliscienses, con el empuje del gobernador Jorge Aristóteles Sandoval y considerando el hartazgo y presión social, se desvelaron y después de acaloradas discusiones, fueron hilvanando las diferentes propuestas planteadas para revisar el financiamiento de los partidos en tiempos electorales y no electorales.

Finalmente después de tomar como base la propuesta del diputado independiente Pedro Kumamoto, “sin voto, no hay dinero” a la que le dieron una revolcadita con las otras propuestas, acordaron establecer un fórmula para aplicar el financiamiento a los partidos en tiempo de campaña y cuando están invernando, situación que habrá que analizar con el tiempo y un ganchito.

Habrá que ver que tan bondadosa resulta esta reforma, dado que toda mejora es un cambio y no todo cambio resulta una mejora, pues algunas reformas suelen aparentar bondades, para calmar la desgana de ciudadanos que desconfían de sus representantes y más aún cuando se niegan a renunciar a altos dispendios a costa de la pobreza de una gran mayoría.

Es común cerrar una puerta y dejar abierta la ventana en artículos transitorios que se ponen al final con letra chiquita, y que al principio pasan desapercibidos, pero a la hora de la verdad son referenciados para disminuir el efecto de los supuestos perjuicios que les origina renunciar a sus desproporcionadas e injustas prerrogativas.

Como quedó asentado, algo es algo, pero sin duda, faltó más de acuerdo a los analistas, pues aún hay mucha tela de donde cortar, en la cantidad de diputados y poco efectivos regidores, en el multipartidismo y Consejo Electoral, para estos nunca hay escasez, todo lo contrario sucede con el pueblo cuando de satisfacer necesidades de salud y educación, nunca faltan las carencias.

Siempre es mejor algo que nada, aunque sea obtenido bajo presión de la sociedad y de las diferentes instituciones, pero hay que seguir insistiendo para que Jalisco siga siendo pionero de importantes logros, y no solamente resalte en lo deportivo y aspectos negativos, pues como un gran estado, se convierta en un ejemplo a seguir por sus buenos resultados e inteligentes iniciativas.

Por los pronto habrá que darles el beneficio de la duda, y esperar que haya más diputados electos e independientes que tiendan a regular los intereses de las clases privilegiadas y velen más por el bienestar común de la población, antes que el particular, y los partidos recuperen al menos cierta credibilidad, al valorar su contribución a través de “sin voto no hay dinero”.

jjesusvah@hotmail.com

Junio 3/2017