Colaboración especial de José María Lozano Jimenez
Posiblemente no entendemos los seres humanos el poder que tenemos para definir quién nos gobierna, porque desde siempre el ser humano ha sido violentado en sus derechos, y pareciera que es algo que le gusta. Ya en tiempos bíblicos, el pueblo hebreo no quería que lo gobernaran los jueces, y rogaba porque les pusieran a un rey. Pusieron a Saúl, para después quejarse de que los reyes –además de sentirse dioses- abusaban con los tributos al pueblo, tal y como sucede ahora, cuando no precisamente son reyes, pero los gobernantes viven como tales, sin que en la mayoría de los casos siquiera se les llame la atención por sus excesos. Como ejemplo espantoso de reyes existió Salomón, quien tuvo 700 esposas y 300 concubinas, sostenidas todas con el dinero del pueblo. En estos tiempos vivimos situaciones no tan alejadas con los gobernantes latinos principalmente, pues es sabido que Fidel Castro -además de adueñarse de las vidas y voluntades de los cubanos- heredó el gobierno a su hermano, y murió siendo uno de los pocos multimillonarios latinos, por supuesto con dinero del pueblo. Ni qué decir de Hugo Chávez, quien dejó a su hija como una de las cinco mujeres latinas más ricas de América. Y así podemos seguir con nuestro golpeado México, que al parecer no se alivia, porque recién hubo votaciones el domingo pasado en cuatro estados de México y la gente volvió a votar por los mismos (o permitieron que los mismos acomodaran su triunfo). La verdad es que no pasa nada; se denunciaron numerosas irregularidades y nadie, ni la gente ni la prensa, se enfoca en ello. En México todo sigue igual. Hasta estos momentos, en el estado de México parece que el partido oficial es el ganador, comprobando que los mexicanos no tenemos suficiente conocimiento de la realidad, pues a pesar de las irregularidades y abuso con nuestros impuestos, ni siquiera existe el voto de castigo. Los mismos vuelven a ganar, como si en verdad nos gustara la vida que nos dan. Los mexicanos no sabemos defendernos; a los partidos políticos les dan cantidades exorbitantes de dinero para que se sostengan, y el día de las elecciones llevan ciudadanos a trabajar desLos humanos no cambiamos piran, y el día de la votaciones los ponen a trabajar gratis. ¿Será posible? Hemos visto en América cómo los gobiernos populistas se han apoderado no solo de los recursos del pueblo, sino hasta del mismo pueblo como lo vemos en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, etc., donde quitan completamente la libertad de expresión y la mayoría de libertades, hasta llegar a extremos como el que viven en Venezuela, donde es mucha la cantidad de manifestantes muertos por el propio gobierno. ¿Cuál será el futuro de nuestro país si vemos en este ejemplo de cuatro estados que no son capaces de llevar unas votaciones de forma regular? Esto está como para un mal pronóstico, porque en Nuevo León tenemos el ejemplo de un candidato independiente –salido de los mismos partidos- y resultó tan malo que los regiomontanos dijeron que lo iban a quitar así como lo pusieron, pero el caso es que allí sigue, enriqueciéndose y gobernando mal, mientras la gente aguanta. ¿Por qué los mexicanos no nos preparamos para tener un buen gobierno? ¿Por qué solo nos quejamos y no hacemos nada al respecto? ¿Quién sabrá la solución para que nuestro país tan rico pueda cambiar? No, sé, no sabemos. Pero lo que sí es seguro es que si nos preparamos todos podemos cambiar a México para bien. Ya vienen las votaciones el próximo año para la mayoría de los estados y para Presidente de la república. Los partidos -con tanto dinero que reciben- no politizan a los ciudadanos, ni hacen tareas que beneficien al país, solamente se dedican a vivir bien con la aportación que generamos, para que sin hacer nada, reciban sus enormes sueldos para trabajar dos o tres meses cada tres años, y nosotros, contentos. Por lo pronto y gracias a la gestión de un diputado joven e independiente, Jalisco es el primer estado de la república mexicana que les va a dar dinero a los partidos de acuerdo a los votos que hayan recibido, además de que ya nuestros polí- ticos no gozan de fuero. No todo es malo, Jalisco es el puntero en una reforma política que exige a los políticos más trabajo y que gastarán menos que en otros estados. Esperemos que el país siga nuestros pasos en las votaciones del 2018.